Pasamos mucho más tiempo en invierno en un spa con jacuzzi. Por eso hay que prestar atención al equilibrio del agua del spa, sobre todo en los inviernos, para poder disfrutar el mayor tiempo posible del spa y de sus beneficios. Varios parámetros a tener en cuenta para el cuidado del agua del spa.
Los diferentes parámetros a tener en cuenta
El agua está en equilibrio cuando los niveles de acidez y alcalinidad del agua deben corresponder con el pH. Evaluar en una escala de 0 a 14, el pH entre 7.2 y 7.6 se recomienda para un jacuzzi exterior barato, El título alcalimétrico completo indica la estabilidad del pH. Si el valor es demasiado bajo o demasiado alto, puede suponer un riesgo de infecciones por agua. El agua es blanda o dura se indica mediante el título hidrométrico o TH. El agua es corrosiva cuando es demasiado blanda, y si es demasiado dura, el agua se vuelve turbia rápidamente y hace que el sistema hidráulico se incruste.
En definitiva, un desequilibrio de estos tres componentes provoca la degradación del agua más de lo normal y también provoca la oxidación y descamación de los elementos metálicos e hidráulicos y por tanto la rotura de la carcasa del jacuzzi spa.
¿Cómo se mantiene el equilibrio del agua del spa?
La vida útil y la calidad de la bañera de hidromasaje dependen en gran medida del mantenimiento adecuado del agua del spa. Por tanto, es fundamental mantener el equilibrio hídrico tanto como sea posible. Pueden surgir posibles desequilibrios en cualquier momento. Si es así, las desviaciones deben corregirse e incluso pueden provocar un cambio en el agua. Por lo tanto, es ideal realizar una revisión semanal del agua del spa.
Hay dos métodos posibles para medir el equilibrio. Está la prueba de reactivos químicos y los probadores electrónicos. Cuando los componentes minerales del agua están en equilibrio, es decir en igual proporción, podemos considerar que el agua está en equilibrio.